viernes, 26 de agosto de 2011

Si predicara como en mis sueños.

Seguramente que muchos de ustedes han dicho eso alguna vez en sus vidas, cómo yo por ejemplo.
Esta expresion la escuche de un obrero en un anexo en la ciudad de Lima, en donde estaba yo de visita; el obrero comentó algo que a todos los cristianos, yo creo que nos sucede. Antes de acostarnos oramos y hablamos con el Señor, al acostarnos nos acostamos tarareando o cantando una canción o coro de la iglesia en nuestra cabeza, luego empezamos a pedir por nuestros seres queridos y a acordarnos de ellos, de el pecado en el que se encuentran inmersos, y a recordar que si mueren no se van con el Señor. Luego soñamos con que le estamos compartiendo la palabra a ellos, en otras ocasiones soñamos que estamos en un estrado y que hay muchas personas , y que nosotros estamos predicando, pero cuando estamos predicando la palabra de Dios, nos fluyen unas palabras ¡tremendas!, muchas almas rinden sus vidas ante Cristo, muchos salvan sus almas en ese día.
Es hermoso soñarlo y nos sentimos tan ungidos, luego de soñarlo nos levantamos y decimos con una expresión de gratitud al Señor : Si predicara como en mis sueños...
Dios les Bendiga sigamos adelante que algún día predicaremos como en nuestros sueños, porque no somos nosotros quienes hablamos, sino él que está en los cielos y que nos ama.

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viernes, 26 de agosto de 2011

Si predicara como en mis sueños.

Seguramente que muchos de ustedes han dicho eso alguna vez en sus vidas, cómo yo por ejemplo.
Esta expresion la escuche de un obrero en un anexo en la ciudad de Lima, en donde estaba yo de visita; el obrero comentó algo que a todos los cristianos, yo creo que nos sucede. Antes de acostarnos oramos y hablamos con el Señor, al acostarnos nos acostamos tarareando o cantando una canción o coro de la iglesia en nuestra cabeza, luego empezamos a pedir por nuestros seres queridos y a acordarnos de ellos, de el pecado en el que se encuentran inmersos, y a recordar que si mueren no se van con el Señor. Luego soñamos con que le estamos compartiendo la palabra a ellos, en otras ocasiones soñamos que estamos en un estrado y que hay muchas personas , y que nosotros estamos predicando, pero cuando estamos predicando la palabra de Dios, nos fluyen unas palabras ¡tremendas!, muchas almas rinden sus vidas ante Cristo, muchos salvan sus almas en ese día.
Es hermoso soñarlo y nos sentimos tan ungidos, luego de soñarlo nos levantamos y decimos con una expresión de gratitud al Señor : Si predicara como en mis sueños...
Dios les Bendiga sigamos adelante que algún día predicaremos como en nuestros sueños, porque no somos nosotros quienes hablamos, sino él que está en los cielos y que nos ama.

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